Hace poco veía un programa en TVE en la que el comentarista describía al tenis como un deporte tan exigente que a los 30 años un tenista era ya considerado viejo. Si nos ponemos a pensar resulta fácil entender que deportes como el fútbol o el tenis en los que a los 15 años ya juegas al nivel más alto son menos exigentes en muchos aspectos, que un deporte como por ejemplo, el béisbol en el que a los 15 años juegas en un campo con dimensiones infantiles.
Hay dos razones fundamentales para que haya deportes dominados por jovencitos menores de 20 años.
1- Favorecen la ductilidad del cuerpo típica de la infancia, y que se pierde especialmente en los varones durante el proceso de virilización que culmina cerca de los 30 años de edad.
2- Son deportes que demandan poca experiencia.
Desde que comenzó el UFC allá por los primeros años 90, se dice que este evento cambió la percepción de la edad en los deportes ya que es abrumadora la lista de atletas rankeados top 10 o incluso campeones con más de 40 años
Un campeón mundial de un deporte de combate no puede tener 15 años, en primer lugar porque a esa tierna edad se tiene un cuerpo más cercano al de una mujer que a esto:
La razón es que a los 15 años la testosterona no ha tenido tiempo para virilizar el cuerpo.
Pero hay otra razón igualmente importante, la experiencia. En los deportes de combate se verifica aquello de que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
A nadie se le ocurre enfrentar a un campeón mundial de boxeo de 35 años y con 180 combates encima con un chico de 15 años que tiene todo por aprender.
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